EE.UU. amplía el alcance de los aranceles al acero y al aluminio a los "productos derivados"

Estados Unidos ha ampliado el alcance de sus aranceles al acero y al aluminio, dijo el martes el Departamento de Comercio, en una decisión que afecta a cientos de productos que contienen estos materiales, como asientos para bebés y maquinaria pesada.
La Oficina de Industria y Seguridad informó en una nota que Se agregaron 407 tipos de productos a las listas de artículos considerados “productos derivados” del acero y del aluminio.
Con esta medida, los aranceles del 50% que impuso el presidente Donald Trump a principios de este año a estos dos materiales también se aplicarán a los bienes que contengan acero y aluminio.
La norma entró en vigor el lunes y el aviso que detalla los cambios se publicó en el Registro Federal el martes.
"La medida de hoy cubre turbinas eólicas y sus partes y componentes; grúas móviles, tractores y otra maquinaria pesada; vagones de ferrocarril, muebles, compresores y bombas; y cientos de otros productos", dijo el Departamento de Comercio.
La medida "cierra vías para la evasión arancelaria", dijo Jeffrey Kessler, subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad, reiterando el objetivo de impulsar las industrias del acero y el aluminio de Estados Unidos.
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump ha impuesto un arancel del 10% a casi todos los socios comerciales de su país, así como tasas más altas a docenas de economías , incluidas la Unión Europea y Japón.
En el caso del acero y el aluminio, Trump impuso inicialmente un arancel del 25%, antes de duplicarlo al 50% en junio.
Si bien el impacto de los aranceles de Trump sobre los precios al consumidor ha sido limitado hasta ahora, los economistas han advertido que los efectos completos aún están por llegar.
Por ahora, algunas empresas han afrontado la situación adelantando la compra de productos. Otras han trasladado los costes adicionales a sus clientes o han absorbido parte de la nueva carga fiscal.
Pero los analistas dijeron que era poco probable que los importadores y minoristas pudieran soportar estos costos indefinidamente y que en algún momento los precios al consumidor aumentarían aún más.
Algunos economistas sostienen que el impacto inflacionario será puntual, pero otros son más cautelosos y temen efectos más persistentes.
CartaCapital